Ec.12, 11 y 12.
El termino aguijón desde el sentido metafórico siempre tiene un definido propósito por parte de Dios, hacia los suyos. Cuándo llegaron a la tierra prometida, Él les dio una advertencia sobre sus vecinos idolatras; “serán por aguijones en vuestros ojos,” lo que revela una forma muy expresiva de indicarles un peligro cerca de ellos, un mal molesto continuo tanto para el cuerpo como para el alma y seria como una espina cuyo efecto empuja con mayor fuerza al cuerpo y domina al alma, (dominio del mal sobre el bien) y es más doloroso que tener un aguijón constante punzando el ojo. Números 33,55.
Nos interesa el afecto que implica metafórica mente el termino punzón, en la vida de un oyente de la Palabra de Dios a través de uno de sus Siervos y se puede ilustrar; en una ocasión predique sobre “los verdaderos frutos que identifican a un cristiano,” y al salir a saludar a los creyentes, escuche una voz que me gritaba: “¡Con que derecho me habla así, me ha hecho sentir mal..!, “comprendí inmediata mente lo que había sucedido en él y me tocaba hablar con ese hermano aparte en medio de sus sentimientos. Las palabras que provienen de Dios no siempre son como aguijón, ellas son lo que son de acuerdo a las circunstancias que usted y yo vivimos; cuando estamos bien en nuestras relaciones con Él, ellas son miel al paladar y hacen un panal en mis entrañas y traen gozo a mi vida como un refrigerio y confirman lo que soy delante del Señor y consecuente mente me alimentan y me aumentan la confianza, esperanza, y seguridad en Él; cuando se anda mal ante el Señor que todo lo provee, nos pasa lo del paranoico, las palabras dadas por medio de su Siervo, son como un aguijón constantemente “punzando” ese cuerpo pecador, porque lo quiere empujar hacia el bien y no hay peor dolor que aquel, que lastima la herida y la hace sangrar. El sabio sabe recibir las amonestaciones del Señor y se hace más sabio bajo la soberanía de Dios, pero el necio se enoja y convierte en ocasiones al Siervo de su Dios en su enemigo, (hablo por experiencia propia en mi servicio al Padre).
Bien llama por el Espíritu Santo el autor del libro de Hebreos, metafórica mente a la Palabra, como espada de doble filo que penetra hasta los tuétanos o sea penetra hasta los huesos del cuerpo amonestado o exhortado; la Palabra es palabra de Dios, útil para enseñar, para corregir, para redargüir, para instruir en justicia, para que los hijos de Dios seamos perfectos y este proceso de regeneración y santificación, exige de parte del Señor, confrontar con la verdad el pecado y por más amor con que se haga, siempre va ha sentir el punzón del aguijón, porque ese es la función tanto de la palabra escrita como de la expuesta en verdad por sus Siervos; la palabra de Dios, cuando busque solo “agradar a las gentes,” dejara de ser: Martillo, lámpara, lumbrera, como fuego y como espada y dejará de tener su función como “el punzón” de un aguijón o como clavos hincados, Eclesiastés 12,11.
Continuaré con el antídoto del punzón: Teme a Dios y…….
Dios espera, que sus Siervos o quienes enseñan o exponen su santa palabra, lo hagamos en acorde con sus juicios, en concordancia para lo que nos llamo hacer justos o santos. Ahora si usted cree, las Palabras del Señor siempre serán como miel para su paladar y Más AÚN, SERÁN PERMANENTE SALUD para su vida; Cuando escuche de mi pastora:” Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios,”Lc.9, 62, siempre me ha acompañado la canción que dice:” Mirarte solo a ti Señor,” es mi himno de la vida y forja también mi carácter, escúchelo y verá porque la palabra es por lo general como un panal de miel.
Siervo. ROBERTO FONSECA M.
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