Martes. En los atrios del templo. Un día de controversia (MT.
21,23-22,14)
EL SANEDRIN FORMALMENTE CONTRADICE LA AUTORIDAD DE JESUS
COMO UN MAESTRO (RABI) AUTENTICO
LOS FARISEOS Y LOS HERODIANOS TRATAN DE PONER UNA TRAMPA A
JESUS EN RELACION CON EL DEBER DE PAGAR TRIBUTO A CESAR
LOS SADUCEOS HACEN UNA PREGUNTA A JESUS ACERCA DE LA
RESURRECCION
LOS FARISEOS SE REGOCIJAN CUANDO JESUS DERROTA A LOS
SADUCEOS; UN DOCTOR DE LA LEY, FARISEO, HACE A JESUS UNA PREGUNTA RESPECTO A LA
LEY
Jesús defiende su autoridad: (MT. 22,15-22; MT.22, 23-33; MT.
22,34-40; MT.22, 41-44 y MT.23)
El rechazamiento de Jesús por los judíos es claramente
expuesto en el evangelio de Juan. Muchos no aceptaron a Jesús por temor a los
fariseos.
Los evangelios sinópticos, al relatar la enseñanza de Jesús
en el templo y en el monte de las olivas en este martes, lo hacen con más
detalles que cuando narran los acontecimientos ocurridos en cualquier otro día.
En galilea hubo también un día de mucha actividad (61-66)
Era muy común poner a aprueba la sabiduría de un rabí
haciéndole preguntas difíciles. Del mismo modo, el cuarto evangelio en los Capítulos,
5 y 7-10 nos relata una gran parte de la conversación animada que en Jerusalén
tuvieron Jesús y los judíos. El sanedrín estaba en su derecho de desafiar la
posición eclesiástica y escrituraria de Jesús. Al responderles Jesús no lo hizo
evasivamente.
En el ultimo día del ministerio publico de Cristo, el
sanedrín trata de destruir la
Autoridad que el señor Jesús tiene sobre las multitudes, de
las cuales el fue el héroe desde la entrada triunfal. El primer intento
fracasa; pero el seguido por una serie de esfuerzos con el fin de usar algo de
lo que le diga Jesús como instrumento para hacer que las multitudes se vuelvan
en contra de el. Las tres parábolas pronunciadas por Jesús desenmascaran a esos
gobernantes y les hacen sentir profundamente la acusación en la respuesta que
da Jesús
Los fariseos envían a sus estudiantes más astutos para que
vayan con los herodianos a tender el lazo a Jesús con este dilema, en relación
con el deber de pagar tributo al cesar; lo cual era un asunto de vital
importancia en la política y en la teología de entonces. Los fariseos y los
herodianos presentan a Jesús la alternativa de recibir él la desaprobación
popular o de ser él desleal al gobierno romano. Probablemente era un problema tradicional que los
saduceos habían presentado con frecuencia para molestar a los fariseos.
Jesús ha sido criticado de no haber tenido
dominio sobre el mismo al denunciar en esta ocasión la hipocresía de los
fariseos. Sin embargo uno debe tener en cuenta los tremendos pecados de los
cuales eran culpables los fariseos.