Se acabó
Divorcio. ¿Qué pensamientos y sentimientos despiertan en usted esta palabra?
¿Está usted felizmente casado y considera que el divorcio no es una opción? Tal vez el concepto lo asuste. El temor a la pérdida parece abrumador.
¿Está usted en un matrimonio en problemas, y el final está cerca? Tal vez se encuentre confundido, enojado, deprimido o apenado. O tal vez esté feliz, e imagina que este es el final necesario de una relación desagradable.
Tal vez sus padres se han divorciado. Probablemente recuerde sus airadas disputas durante su niñez, el temor por el futuro de su familia y la angustia de decidir con quién desea vivir.
¿Tiene algún amigo cuyo matrimonio se encuentra encallado? Tal vez le interesen las dos personas, pero ¿cómo debería relacionarse con ellos ahora? ¿Tomar partido? ¿Permanecer neutral? ¿Intervenir? ¿Mantenerse alejado?
En 1975 me casé con una mujer maravillosa. Era amable, sensible, hermosa, amorosa, inteligente, divertida, talentosa . . . mi mejor amiga. Viajamos por el mundo juntos, hablando en universidades, en televisión y en la radio, escribiendo libros y artículos sobre el amor, el sexo y el matrimonio. Me enseñó mucho sobre el amor, la bondad, la sensibilidad, la comunicación. Debo gran parte del modesto éxito que he tenido al hablar y escribir a su excelente apoyo.
Veinte años después, en 1995, me dijo que quería irse. Me sentí desolado. El amor de mi vida ya no me amaba. El dolor del rechazo era profundo. No había cometido adulterio ni abandono. Me sentía indefenso. Legalmente, estaba indefenso. Las leyes de divorcio “sin causa” de California significan que en nuestro estado se requieren dos para casarse pero uno solo para divorciarse. Un integrante de la pareja puede simplemente aducir “diferencias irreconciliables” — no se requiere ninguna prueba — y un juez disolverá la unión luego de un período de espera de seis meses. El integrante reacio es impotente legalmente para detener el proceso.
Imagine la peor pelea que ha tenido con su cónyuge, pareja o amigo. Multiplique ese dolor las veces que quiera, y tendrá una idea de la herida. Sentía como si estaba siendo vaciado por un destapador emocional. Lloré a raudales. Fue realmente, realmente
espantoso. ¿Le estoy transmitiendo la idea de que no me gustó esta experiencia? Por difícil que parezca este tema, recuerde que Dios lo ama y quiere lo mejor para usted.
{7} Si usted está sufriendo ahora mismo, él entiende. Él quiere abrazarlo, ser su amigo y ayudarlo a manejar su más profunda desilusión.
Cómo encarar un divorcio
¿Cuáles son algunas formas de encarar un matrimonio encallado?
El divorcio puede enseñarle mucho. Soy una persona pecaminosa que cometió muchos errores en el matrimonio. Podría haber sido más considerado, sensible y amable. Si bien me esforcé por ser un buen esposo, me di cuenta de que no podía responsabilizarme por la decisión de otra persona.
Alrededor de un año luego del divorcio, alentado por algunos amigos, comencé a hablar públicamente acerca de lo que había aprendido. Me propuse no hablar mal de mi ex esposa, pero quería alentar a otros. Mi historia obtuvo varias reacciones, que comencé a reflejar ante distintos públicos para ayudarlos a procesarla. Tal vez usted pueda sentirse identificado.
“Algunos de ustedes se sienten incómodos con este tema”, decía a mis oyentes. “Quisieran que cambiara de tema. Yo me he sentido así. Otros de ustedes piensan: ‘Ojalá la persona que yo amo fuera tan abierta con su corazón como usted lo está siendo’. Algunos de ustedes son escépticos”, seguía. ”¡Les gustaría escuchar el lado de ella de la historia! Puedo entenderlo. Tal vez están enojados. Tal vez yo les hago recordar de su ex cónyuge. Ustedes piensan: ‘Habla muy lindo, ¡pero estoy seguro de que es un tirano en privado!’. Me he dado cuenta de que no puedo asumir la responsabilidad por todas las personas que los han lastimado a ustedes. Pero puedo ofrecer esperanza. Muchas personas razonarán: ‘Está dolido; yo he estado dolido. Él dice que Jesús lo ayudó con su dolor. Tal vez Jesús pueda ayudarme a mí con mi dolor’”.
Jesús puede ayudarlo con su dolor. Él dijo: “Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma”.
{8}A menudo, los divorciados pasan por las clásicas etapas de la pérdida: negación, ira, negociación, depresión y aceptación.
{9} Tal vez usted no crea que está experimentando esto. Tal vez esté enojado con su pareja o con Dios. Tal vez prometa a Dios que lo seguirá si él restaura su matrimonio. Tal vez se deprima cuando el final parece cierto. Con el tiempo, usted podrá aceptar la realidad.
¿Qué me ayudó en mi viaje a través del dolor? Tuve que creer que Dios realmente “dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman”.
{10} Busqué caminar cerca de él. Pedí perdón a mi ex esposa por mis muchas fallas. La perdoné y me perdoné.
Consulté a un consejero calificado. Un maravilloso grupo de recuperación del divorcio me ayudó a entender lo que estaba experimentando y sintiendo. No tuve citas durante
¿Qué dice la Biblia acerca del divorcio? ¿Cómo puede usted encarar el divorcio cuando cruza su camino? ¿Cómo puede ayudar a un amigo que está pasando por esta experiencia? ¿Y el divorcio en el ministerio? Este artículo le ofrece algunas ideas prácticas acerca de este tema polémico.
Cuestiones bíblicas
¿Es el divorcio una solución o una escapatoria?
Valoro a los conferencistas o escritores que dejan en claro cuál es su forma de ver el mundo. Mi cosmovisión es la bíblica. Usted podrá estar de acuerdo o no, y ciertamente lo respeto, pero ¿podría alentarlo a considerar lo que los documentos bíblicos dicen sobre este tema?
Moisés, el famoso liberador judío, explicó que Dios hizo el primer hombre y la primera mujer para que tuvieran una fuerte vinculo. ”Por tanto”, escribió Moisés, “dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”.
{1}Cientos de años después, unos líderes religiosos preguntaron a Jesús de Nazaret acerca del divorcio. Luego de citar la afirmación de Moisés, agregó: “Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”.
{2} Jesús tenía en gran estima el matrimonio: “Lo que Dios juntó”, declaró, “no lo separe el hombre”.
Pero, si el divorcio está mal — respondieron estos líderes religiosos varones — ¿por qué Moisés habló de cómo manejar ciertas situaciones de divorcio complicadas? Jesús explicó: “Moisés les permitió divorciarse de su esposa por lo obstinados que son. Pero no fue así desde el principio”. Continuó diciendo: “Les digo que, excepto en caso de infidelidad conyugal, el que se divorcia de su esposa, y se casa con otra, comete adulterio”.
{3}Palabras fuertes. ¿Qué significan? Aun los fieles seguidores de Dios difieren en cuanto a si él permite el divorcio, y bajo qué circunstancias. Un estudio profundo excede el alcance de esta breve serie. Recomiendo el libro de Jay Adams,
Marriage, Divorce, and Remarriage in the Bible,
{4} para mayores detalles.
Años antes de que mi propio matrimonio comenzara a derrumbarse, estudié cuidadosamente la perspectiva bíblica sobre el divorcio y el nuevo casamiento. Esto fue lo que saqué en claro. La pareja debe iniciar el matrimonio para toda la vida, “hasta que la muerte nos separe”. Si surgen divisiones, la reconciliación siempre debe ser el primer objetivo. Si fracasa la reconciliación, veo dos bases bíblicas para el divorcio y el nuevo casamiento: el adulterio de un cónyuge
{5} y el abandono
{6}. El adulterio o el abandono no obligan al divorcio, pero lo permiten.
casi dos años después de terminado el divorcio, para permitir que las cosas se aclaren. Y algunos amigos me ayudaron a ponerme de pie.
Cómo responder al divorcio de un amigo
¿Cómo puede usted ser amigo de una persona en medio de un divorcio?
La pareja de al lado se está separando. Un integrante de la pareja está dejando el matrimonio. Usted y su familia los han conocido por años. Se han cuidado los hijos mutuamente, viajaron juntos al trabajo, pasaron vacaciones juntos, rieron y lloran juntos. Son miembros de la misma iglesia.
¿Cómo debería relacionarse con ellos ahora? ¿Tomar partido? ¿Permanecer neutral? ¿Intervenir? ¿Mantenerse alejado?
Si usted es un seguidor de Jesús, seguramente querrá buscar sabiduría divina. Cada situación es diferente, y una disputa marital puede ser explosiva. La madre de Jesús una vez tuvo un sabio consejo que se aplica bien a estas situaciones. Dijo: “Hagan lo que él [Jesús] les ordene”.
{11}Fui muy afortunado al tener un círculo de buenos amigos que se acercaron con su cuidado afectuoso. Tal vez los ejemplos de ellos podrán darle algunas ideas de lo que usted podría hacer.
Mis amigos no me abandonaron en mi hora más oscura. Se mantuvieron cerca, me hicieron saber que yo les importaba, me preguntaron cómo podrían ayudar, hicieron arreglos para que pasáramos tiempo juntos. Una pareja me invitó a cenar cada viernes durante el otoño. Luego íbamos a ver a su hijo jugar al fútbol en la escuela secundaria. Me ayudó a dejar de pensar en mis problemas, relajarme y disfrutar de estar con otras personas.
Algunos recomendaron libros,
{12} se encontraron conmigo para almorzar y me invitaron a un concierto. Una pareja escuchó mientras derramaba mi corazón y me ayudó a planificar mi futuro. Algunos organizaron una reunión de oración con mis amigos más cercanos, me ayudaron a mudarme y me acompañaron durante el juicio. Llamaban para ver cómo me iba, cuando me sentía especialmente solo o agobiado.
Dos amigos intentaron contactar a mi esposa separada para alentarla a abandonar la acción de divorcio.
Después del divorcio, muchas personas amables me aceptaron en sus círculos y me estimularon a servir a otros. Algunos pastores y teólogos, que me conocían bien, me dijeron que pensaban que era apropiado, bíblicamente, que me volviera a casar. Estaba reacio a hacerlo. Me preguntaba si alguna vez podría abrir mi corazón a otra mujer.
Luego, en una conferencia, conocí a Meg Korpi, una mujer hermosa, sensible, amable,
sabia, afectuosa, brillante y divertida. Estaba tan dedicada a Dios como era sabia y preciosa (¡se darán cuenta de que consigo puntos por poner todo esto por escrito!). ¡Sabía lo que quería y me gustaba lo que veía! Comenzamos a salir casi tres años luego de finalizado el divorcio, y nos casamos como un año y medio después. Estamos muy felices juntos. Agradecemos a Dios a menudo.
Los divorciados y el ministerio
¿Y qué de los divorciados y el ministerio? Si el líder de un ministerio se divorcia, ¿debe permanecer en el ministerio?
Si un líder inicia un divorcio no bíblico — comete adulterio o actúa de otra forma inadecuada — uno debería confrontarlo según indica Mateo 18. Según mi punto de vista (no todos estarán de acuerdo), con un cambio de mente y corazón — y luego de un tiempo adecuado — podría ser posible restaurar a un líder caído al servicio efectivo. Pablo escribió: “Hermanos, si alguien es sorprendido en pecado, ustedes que son espirituales deben restaurarlo con una actitud humilde. Pero cuídese cada uno, porque también puede ser tentado”.
{13}¿Y qué de la víctima de un divorcio no bíblico? Hay formas sabias así como no sabias de tratar con este tipo de tragedias. Las juntas de ministerio y ejecutivas deben cuidarse especialmente de actuar bíblicamente. Podrían verse tentados a valorar la imagen pública y las donaciones por sobre los principios bíblicos.
Tal vez mi caso sea instructivo. Mi primera esposa y yo éramos conferencistas internacionales en un destacado movimiento evangélico donde trabajan miles de personas maravillosas. Viajábamos por el mundo juntos, escribíamos libros, aparecíamos en televisión. En mi vigésimo quinto año con esta organización, mi esposa solicitó el divorcio sin fundamento bíblico — a mi juicio. Esto causó un revuelo considerable.
Si bien expresaron inicialmente preocupación y cuidado, los líderes corporativos adujeron que tenían una política que me exigía dejar la organización si mi cónyuge se divorciaba de mí. Me dijeron que era un riesgo de relaciones públicas y debía marcharme. En una oportunidad me pidieron que aceptara nunca hablar o escribir acerca del matrimonio, el divorcio o el nuevo matrimonio (mi caso específico o sobre estos temas en general). Las cosas se ponían “cada vez más curiosas”.
Insisto en que este movimiento ha hecho mucho bien en todo el mundo. Me ayudó a llegar a la fe cuando era estudiante. Por favor comprenda que estoy buscando aquí la mezcla adecuada de gracia y verdad, una tarea que no es fácil en estas cuestiones.
Mi empleado era dueño de un seminario, una empresa aparte que no tenía ninguna restricción automática respecto del divorcio. El presidente del seminario me contrató. Él recibió algunas críticas por actuar bíblicamente, pero aquellas personas como él que se rehusaron a condenarme por un pecado — divorcio — que yo no había cometido, fueron
instrumentos de la gracia de Dios en mi vida. Luego de un tiempo de sanidad, volví al circuito de las conferencias. Hoy tengo el privilegio de disfrutar de una influencia global aun mayor, escribiendo y hablando.
El divorcio no tiene que poner fin a un ministerio. ¿Ha habido algún pecado no tratado bíblicamente? De ser así, el siervo de Cristo divorciado puede, con la guía y el poder de Dios — y con una rendición de cuentas adecuada — continuar tocando vidas para él. Jesús dio la bienvenida a Pedro, que lo había negado, a la comunión y al servicio.
El siervo herido puede llegar a ser aún más eficaz, capaz de conectarse con las personas en un nivel profundo y a señalarles a aquel que puede sanar sus corazones rotos.
Notas
- Génesis 2:24.
- Mateo 19:6.
- Mateo 19:8, 9.
- Jay E. Adams, Marriage, Divorce, and Remarriage in the Bible (Grand Rapids: Zondervan, 1980).
- Mateo 19:9.
- 1 Corintios 7:12-15, tomado en conjunto con Mateo 18:15-17. Un bosquejo de este argumento con relación al abandono es el siguiente: Puede entenderse que 1 Corintios 7:12-15 significa que, cuando un cónyuge que no cree en Cristo abandona al cónyuge que si cree en Cristo, el creyente abandonado no está impedido de volver a casarse. Con relación al matrimonio entre dos creyentes, un cónyuge abandonado debe buscar primeramente la reconciliación. Si el que abandona no quiere reconciliarse, el cónyuge abandonado debería seguir la receta de “corrección progresiva” bíblica de Mateo 18:15-17. Es decir, debe confrontar al que abandona con su pecado individualmente, y luego (si el que abandona sigue resistiendo), con uno dos más, y luego hacer partícipe a la iglesia. Si el cónyuge que abandona aún resiste, entonces la amonestación del Señor a la iglesia (que incluye al cónyuge abandonado) es “tenle por gentil y publicano”. En otras palabras, relaciónese con esa persona tal como haría con alguien fuera de la iglesia, como con un incrédulo. ¿Cómo se relaciona la iglesia con los incrédulos? Una de las muchas enseñanzas con relación a las relaciones entre creyentes e incrédulos es que un cónyuge incrédulo que abandona a un creyente no impide que ese creyente vuelva a casarse (1 Corintios 7:12-15). Ver Adams, op. cit., para una discusión más completa del abandono como un fundamento permisible para el nuevo casamiento.
- Romanos 8:35-39; Salmo 23.
- Mateo 11:28, 29.
- Elisabeth Kübler-Ross, M.D., On Death and Dying, nueva edición (New York: Simon and Schuster, reedición, 1997).
- Romanos 8:28.
- Juan 2:5.
- Son especialmente útiles When the Vow Breaks, de Joseph Warren Kniskern, (Nashville: Broadman & Holman, 1993) y muchos recursos de Fresh Start en www.freshstartseminars.org
- Gálatas 6:1.