Texto base: Eclesiastés 8, 1 al 17.
La sabiduría es la que permite relucir todos los buenos estados del corazón y la necedad los cubre y resta la fuerza del semblante. La sabiduría hace guardar los secretos que desean salir por la boca y evita entrometerse en los que pueden traer dificultades.; Si están en conocimiento y los decretos obligan a revelarlos, hay obligación de fidelidad de acuerdo a la costumbre judía ante David, II S. 5, 1 al 3.; con Joas, II R. 11, 17 y a Salomón, 1 Cr.29, 14.
Estamos ante acciones o actos que tiene como recompensa la prolongación de los días, delante de la presencia de Dios y evitar que la existencia se convierta en mera sombra ante Él, es una forma también de permanecer en su presencia y saber discernir en el tiempo y juicio (designios) lo que conviene; El corazón del hombre (natural) no sabe de tiempo y de juicio de Dios y menos podrá discernirlos. Tampoco tiene poder de control sobre su espíritu de impiedad y por lo tanto le es imposible evitar la pronta visita de la muerte, por su mismo proceder.
Hay aparentes contradicciones en cuanto tiempo y juicio entre el hombre que no teme a Dios y el sabio que le teme. Dios es quien gobierna real mente al mundo y solo a él pertenecen las razones de conducta, para hacer esto, omitir aquello o permitir lo otro. Se podrá estudiar de día y de noche y suprimir el sueño y descanso, pero nunca se alcanzará a penetrar en las profundidades que pertenecen al gobierno divino.; lo más seguro y comprensible es que todo es recto y justo.
Lo que queda muy claro es que de las acciones, decisiones y actos, la vida es prolongación o sombra y no siempre es por lo tanto como una hierva que se corta y se seca rápido; de cada uno depende que sus años se multipliquen al andar por las veredas derechas o camino de sabiduría. Es el mismo hombre quien consume su vida como el humo y trastorna sus días como sombra y se seca rápido como la hierva; Es el hombre quien primero es herido (mal), cortado por la hoz (enemigos), y luego secado por el sol (muerte); Más la misericordia de Dios es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos, Salmo 103, 17.
Esta verdad debe quedar clara a los que temen real mente a Dios y no confundirla como una aplicación general para todos los hombres (natural), que era mi parecer, hasta que la hizo clara el Señor. Por eso Bendeciré con las acciones, disposiciones, decisiones y actos o más claro aún, con el alma mía ser a Dios y siempre seré agradecido con Él y obtendré: Sanidad, prolongación de vida y misericordia y como resultado, rejuvenecimiento como el águila; Hay que saber vivir los tiempos y temer a los juicios del Señor. El mejor Eliécer para la vida, es la misma palabra del Omnipotente y te invito a buscarlo y temerle, para que tus días se alarguen sobre la tierra y tengas vida, Pr. 4, 10 al 13.
SIERVO ROBERTO FONSECA MURILLO.
La sabiduría es la que permite relucir todos los buenos estados del corazón y la necedad los cubre y resta la fuerza del semblante. La sabiduría hace guardar los secretos que desean salir por la boca y evita entrometerse en los que pueden traer dificultades.; Si están en conocimiento y los decretos obligan a revelarlos, hay obligación de fidelidad de acuerdo a la costumbre judía ante David, II S. 5, 1 al 3.; con Joas, II R. 11, 17 y a Salomón, 1 Cr.29, 14.
Estamos ante acciones o actos que tiene como recompensa la prolongación de los días, delante de la presencia de Dios y evitar que la existencia se convierta en mera sombra ante Él, es una forma también de permanecer en su presencia y saber discernir en el tiempo y juicio (designios) lo que conviene; El corazón del hombre (natural) no sabe de tiempo y de juicio de Dios y menos podrá discernirlos. Tampoco tiene poder de control sobre su espíritu de impiedad y por lo tanto le es imposible evitar la pronta visita de la muerte, por su mismo proceder.
Hay aparentes contradicciones en cuanto tiempo y juicio entre el hombre que no teme a Dios y el sabio que le teme. Dios es quien gobierna real mente al mundo y solo a él pertenecen las razones de conducta, para hacer esto, omitir aquello o permitir lo otro. Se podrá estudiar de día y de noche y suprimir el sueño y descanso, pero nunca se alcanzará a penetrar en las profundidades que pertenecen al gobierno divino.; lo más seguro y comprensible es que todo es recto y justo.
Lo que queda muy claro es que de las acciones, decisiones y actos, la vida es prolongación o sombra y no siempre es por lo tanto como una hierva que se corta y se seca rápido; de cada uno depende que sus años se multipliquen al andar por las veredas derechas o camino de sabiduría. Es el mismo hombre quien consume su vida como el humo y trastorna sus días como sombra y se seca rápido como la hierva; Es el hombre quien primero es herido (mal), cortado por la hoz (enemigos), y luego secado por el sol (muerte); Más la misericordia de Dios es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos, Salmo 103, 17.
Esta verdad debe quedar clara a los que temen real mente a Dios y no confundirla como una aplicación general para todos los hombres (natural), que era mi parecer, hasta que la hizo clara el Señor. Por eso Bendeciré con las acciones, disposiciones, decisiones y actos o más claro aún, con el alma mía ser a Dios y siempre seré agradecido con Él y obtendré: Sanidad, prolongación de vida y misericordia y como resultado, rejuvenecimiento como el águila; Hay que saber vivir los tiempos y temer a los juicios del Señor. El mejor Eliécer para la vida, es la misma palabra del Omnipotente y te invito a buscarlo y temerle, para que tus días se alarguen sobre la tierra y tengas vida, Pr. 4, 10 al 13.
SIERVO ROBERTO FONSECA MURILLO.
SIERVO ROBERTO FONSECA MURILLO.