San Mateo 7. 1al 5. Es una exhortación a los severos, duros y sin caridad, de mal pensar cuando no parece haber mal alguno y habla generando consecuencias. A menudo las faltas que consideramos enormes en otros, son comparadas con las propias iniquidades (astilla en relación con viga); y lo peor de todo es excitar la severidad de otros contra él (juzgado)
El que anda por el camino de la muerte en situación de indolencia no debe señalar a otros que van por el camino de la vida y quien por su regeneración y posición ante Dios, puede comunicar conocimiento por recibir las enseñanzas de su Espíritu (1 Co. 2, 14 y 15); es decir, hay que saber juzgar rectamente en amor y edificación.
El juzgar, es tener tanta información con respeto y al respecto y esto para hacerlo completo ( debo sentirme autorizado con conocimiento y testimonio directo), y con pureza y excelencia de vida bajo la dirección del santo Espíritu; es juzgar con justo juicio ( San Juan 7, 24) y no según la carne (S. Mateo 7,1 y 5) los cuales son: los prejuicios, presunciones, orgullo, altivez,ensañarse, dañar, lastimar, perjudicar,enojo y escarnecer entro otras, las cuales no son acordes con los testimonios, enseñanzas y doctrinas de la Biblia y las exhortaciones del Santo Espíritu.