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Entonces el SEÑOR creará sobre todo lugar del Monte Sion y
sobre sus asambleas, una nube durante el día, o sea humo, y un resplandor de
llamas de fuego por la noche; porque sobre toda la gloria habrá un dosel.
Isaías 4, 5
“Hago sombra sobre ti
como una tienda” (Dosel). La presencia visible del Señor te acompaña
como una morada o en el hebreo, shekinah: y en dicha presencia, prospero en mis
labores o fructificó o en hebreo, servibia, bajo el Espíritu de Dios en su sabiduría y en
su voluntad (Ge. 45, 7). En dicha presencia no hay ningún lugar para disolución
y la agonía y la autocompasión; es forzarse ha hacer algo en contra de su misma
naturaleza. Hacer violencia a su propio; y es bajo ese dosel, en el cual me es
posible contenerme, en hebreo esta posibilidad que por las mismas fuerzas o
propia voluntad no es posible, se identifica con el termino, hithappekm, y es
para todo a favor nuestro, Isaías 45, 1.
Dios a mi favor, me manifiesta una infinidad de sucesos
para resultados a favor, y en medio de la continúa entrega y pronta sabia atención y discernimiento, envía una
fuerza a favor , y todo en bien y beneficio; y se aprende a fructificar (Que se
denomina en las traducciones, prosperar en humildad, bondad y amor entre muchos
fruto; y es el deseo “que seas prosperado en todo así como prospera tu alma, y
que tengas buena salud. 3 Juan 1, 2
En medio de toda aflicción fructifica, y solo es posible
bajo el dosel o tienda del Señor, y con la posibilidad de contenerse bajo el
control y poder del Santo Espíritu; y la Iglesia y la familia están ávidos de
almas fructíferas bajo su dosel. La real presencia del Señor (no por métodos de
inducción) debe generar comunión, perseverancia, santidad, sanidad, justicia,
verdad, reverencia, espíritu de devoción, ferviente por Dios (no por inducción tampoco)
y eficiente a su obra. En el mismo lugar de tu aflicción y sufrimiento, debes
buscar estar bajo el Señor. Buscar siempre olvidar como José y proponte
continúa mente prosperar (fructificar)
en lo personal con el dialogo, la transparencia, la honestidad o a favor de
otros, contagia de alegría (el gozo real es del Señor). Aprende del Señor a
soportar la ignorancia de su palabra. A perdonar
lo que otros no pueden darte aún. Deja que le Señor te vista de su santa
voluntad siempre en la intimidad de su dosel.
Si no es para usted, favor no leer, le encontrará pretextos. Al Fallaré. Gracias, Dios Bendiga
Siervo ROBERTO FONSECA MURILLO
