Hay larga vida o largura de años como hay vida de menos tiempos o años y esto depende de nosotros también, de acuerdo al proceder ante Dios en la vida misma; Hay riqueza, bienes y honra obtenidas o por que Dios las concede directa mente (Ec.5, 19), o riquezas, bienes y honra otorgadas en cumplimiento a un deseo del alma (Ec. 6, 2) y sin embargo hay un mal que le acompaña toda su vida y es el no poder disfrutar; Lo mejor en la vida¡ es saber disfrutar de lo que se tiene y se conoce, que codiciar lo que uno no conoce. La vida se llena de deseos que en ningún momento permiten disfrutar de la vida misma o cuando se alcanzan, son otros quienes viene a disfrutarlos (Job 15,20 y 32). Permita decir, que son deseos que Dios no impide lograr y por lo tanto son como concedidos por Dios (permite tener) y esto es común entre los hombres; Diferente a quien Dios mismo se los concede y añade el poder disfrutarlos, esta es una promesa más clara en el Nuevo Pacto o Alianza y con un contexto similar en S. Mateo 6,32 al 34.
Es muy diferente cuando Dios añade a la vida bendición por el bien que hago por andar el bien que el demanda a permitirse tener por el deseo que me acompaña en la vida (Dios no hace acepción de personas en tener y más adelante se vera en el mismo Eclesiastés), por favor recuerde que la diferencia es, el disfrute en el tiempo de vida (Ec. 5,19 compare con 6,2).
En la relatividad del tiempo de vida y en la obtención de riquezas, bienes y honra, lo que más espera Dios de todos es el verdadero conocimiento del bien y que se proceda y actué de acuerdo a ese mismo bien; El bien no es solo lo que conviene al parecer personal y por lo que lucha el común de los hombres, el bien puede y es también, lo que rechazamos y que Dios designa y aprueba como tal. Mientras estemos en esta vida es
SIERVO ROBERTO FONSECA MURILLO.
Hay larga vida o largura de años como hay vida de menos tiempos o años y esto depende de nosotros también, de acuerdo al proceder ante Dios en la vida misma; Hay riqueza, bienes y honra obtenidas o por que Dios las concede directa mente (Ec.5, 19), o riquezas, bienes y honra otorgadas en cumplimiento a un deseo del alma (Ec. 6, 2) y sin embargo hay un mal que le acompaña toda su vida y es el no poder disfrutar; Lo mejor en la vida¡ es saber disfrutar de lo que se tiene y se conoce, que codiciar lo que uno no conoce. La vida se llena de deseos que en ningún momento permiten disfrutar de la vida misma o cuando se alcanzan, son otros quienes viene a disfrutarlos (Job 15,20 y 32). Permita decir, que son deseos que Dios no impide lograr y por lo tanto son como concedidos por Dios (permite tener) y esto es común entre los hombres; Diferente a quien Dios mismo se los concede y añade el poder disfrutarlos, esta es una promesa más clara en el Nuevo Pacto o Alianza y con un contexto similar en S. Mateo 6,32 al 34.
Es muy diferente cuando Dios añade a la vida bendición por el bien que hago por andar el bien que el demanda a permitirse tener por el deseo que me acompaña en la vida (Dios no hace acepción de personas en tener y más adelante se vera en el mismo Eclesiastés), por favor recuerde que la diferencia es, el disfrute en el tiempo de vida (Ec. 5,19 compare con 6,2).
En la relatividad del tiempo de vida y en la obtención de riquezas, bienes y honra, lo que más espera Dios de todos es el verdadero conocimiento del bien y que se proceda y actué de acuerdo a ese mismo bien; El bien no es solo lo que conviene al parecer personal y por lo que lucha el común de los hombres, el bien puede y es también, lo que rechazamos y que Dios designa y aprueba como tal. Mientras estemos en esta vida es