1 Corintio 3, 1 al 18
San Pablo plantea como evidencia
de la autenticidad de la santa Palabra los buenos resultados para Dios, y los
cuales confirman a su ves la verdadera naturaleza de la misión divina sincera
que se ejerce para quien llama (1 Co. 3, 5). La gloria del Señor es posible,
gracias al hacer competente a quienes encomienda sus fines, para que no sea de
nosotros mismos la palabra, y así se pueden afirmar sus propósitos en los corazones; es la
acción directa del Señor a través de sus siervos la que produce el efecto en
las vidas de los oyentes; competencias
como ser competentes son una bondad del Señor.
El Santo Espíritu obra en el espíritu
del ministro del nuevo pacto o alianza y
los resultados evidentes de la santa palabra afirman la confianza y seguridad
de un genuina ministerio aprobado y respaldado por Dios; la gloria del Altísimo
así como se vio reflejada en su siervo Moisés, ahora con más razón en un
espíritu vivificado por la acción permanente del Santo Espíritu de acuerdo a la
promesa hecha (Ez. 36, 26 y 27). El buen siervo admitirá que los buenos
resultados en su ministerio son más de parte del poder de la palabra del Señor,
que de un proceso de aprendizaje o formación; Moisés fue enseñado en la sabiduría
egipcia, la cual le hizo poderoso en
palabra y obra , lo cual el mismo San Pedro denomina, sabiduría humana;
solo un verdadero llamado y encuentro real con Dios recibió palabras de vida
(Hechos 7, 22 y 38).
La capacidad para ejercer un ministerio
sagrado (entre los nuevos grupos religiosos, se hace más desde lo secular que
lo sagrado, al pensar que lo sagrado tiene
imagen de lo católico), depende de la naturaleza con la cual asumo el
santo ministerio y lo más obvio es
hacerlo con la convicción de que pertenezco a lo sagrado divino, de
quien dependen tanto el ser competente como las competencias mismas; y creó
entender, es a lo que se quiere expresar, lo que denomina San Pablo ministerio de espíritu o ministerio de
justificación y estos son del Señor y el
Señor es el Espíritu; se ejerce en el nuevo pacto o alianza, una ministración sagrada
directa con Dios; hay libertad completa por que el velo del lugar santísimo se
quito para sus siervos convertidos de corazón a Él.
La perícopa es corta y clara en
su sentido y propósito, tanto para la Iglesia de Corintio como para la
actualidad.
El que tiene ojos para ver que
vea
Dios Bendiga
Siervo