Proverbios 2, 1 al 7
No he podido comprender como
algunos leer la palabra santa revelada por Dios, fuente de su conocimiento, y
la cual implica, mandatos, demandas, y por lo tanto, guardar, cumplir lo que se
debe ante Él. Su lectura con la debida atención demanda (se menciono) atenta
acogida favorablemente; es inclinarnos con sentidas sensaciones, los hebreos llaman,
pirkudim, acatamiento y observancia, lo cual debe ir acompañado de, viputo,
sumo cuidado y suma preocupación (Salmo 19, 8).
La Palabra debe verse diferente y
hacer verme diferente (Pr. 2, 1 y 2); al recibir su impacto, afecta mis
entrañas favorablemente (miel, salmo 19, 10)y no lo contrario como el pecado guardado (hiel, Job 20, 14). El
verdadero oído espiritual capta la verdadera sabiduría implícita en las
escrituras sagradas, y toma su esencia o valor permanente (virtud) para la vida
espiritual, la cual se impondrá ante la carnal. La prudencia y la mesura serán aliados como
virtud o cualidad (sabiduría), y motivaran y mostraran lo que se debe observar,
cumplir y por ende agradar a Dios.
El camino no solo es iniciado en
la decisión de fe, como enseñan algunos grupos, es también en la comprensión y
asimilación bojo el Santo Espíritu (1P.
1, 19 y 20 ; 1 Corintios 2, 14) de las indicaciones, orientaciones y demandas
del Señor, las cuales permiten y provocan la verdadera conversión, y por lo
tanto los tiempos de refrigerios a la vida (Hechos 3, 19). No hay duda alguna
de la necesidad de dar a la prudencia la búsqueda correspondiente demandada
por la misma voz de Dios; y buscarla
como el minero busca la Plata o su escudriña la tierra en buscada del tesoro
(Pr. 2, 3 y 4).
El resultado de una búsqueda
sincera y profunda de la sabiduría de lo alto en las santas escrituras, será entender
en sus efectos el temor de Dios (Job 11, 6; Pr. 8, 13 y 9, 10); hallar el
conocimiento del Altísimo e Omnipotente (Job 12, 6), fuerza y suficiencia,
fortaleza y poder, todas fuentes inagotables de la verdadera Roca; Dios es la
única fuente que hace y hará posible la sabiduría en cada uno de los suyos (Job
11, 6), y tornara su Palabra escrita en origen o manantial de bondad o inclinación natural al bien, y obviamente
acompañados del genuino arrepentimiento y conversión en una vida de merito ante
Él.
La Palabra lleva acompañada del
poder del Espíritu de Dios, y previa adhesión a Cristo, a todo lo que es debido
ante Él, y alumbra hacia el bien, y limpia continuamente de toda contaminación;
permite optar en forma natural por lo recto, por lo justo, por lo perfecto y
por lo derecho (Salmo 18, 23), es decir, restaura la verdadera imagen y semejanza opacada por el
pecado, preparando al alma hacia la plenitud de Cristo. Glorificar a Dios y
alabarlo por sus enseñanzas recibidas de Él; como por las veces que se ha
experimentado los golpes de los martillazos, y el calor de su fuego purificador,
por el verdadero peso de la importancia otorgada por el espíritu a la palabra
sagrada; y solo admitiendo si invitación a cotejar, a separar y a superar, se podrá
alcanzar elevarnos a Él.
Palabras no solo recibidas, sino también
en proceso de experimentación.
La Bendición de Dios sea con
usted y afirmada en la recordación de sus hechos perpetuos fundamentos de su
Gracia.
Siervo
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