Examíname, oh Dios, y sondea mi Corazón; Ponme a prueba y sondea mis Pensamientos. Fíjate si voy Por mal camino,y Guíame * Por El Camino eterno.
Se imbuyó el salmista en los sentimientos (metáfora de la antropopatia)
, sensaciones y afectos, como cualidades de su modo de existencia, de su manera de actuar o atributos, de su pura esencia, de su modo de existencia:
“Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.” Isaías 26, 3.
“Pues he aquí el que forma los montes, crea el viento y declara al hombre cuáles son sus pensamientos, el que del alba hace tinieblas y camina sobre las alturas de la tierra: el SEÑOR, Dios de los ejércitos, es su nombre.” Amós 4, 13.
Conocer los pensamientos de Dios, nos lleva a temer de los propios al reconocer su familiaridad con el alma y conducta. Tanto el sentar como el levantar él los ve. El caminar, los pasos y el reposo, él los conoce. Sabe de los pensamientos cuando aun no se ha formado y de las palabras cuando aun no se han pronunciado. Conoce el pasado y presente de todos, y por tanto no hay donde esconderse de su presencia o Espíritu (Neuma rúa). Eso es indicación del imbuir de Dios, cuando se le permite y se esta dispuesto; y en recompensa, Dios te imbuye de su gozo y de su paz.
Deje el impío Su camino, y el hombre inicuo sus Pensamientos, y vuélvase a Jehová, el Cual Tendrá de El misericordia, y al Dios Nuestro, el Cual Sera Amplio en perdonar. Isaías 55: 7.
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