Lo que admiró de una semilla, es el tener que morir y después resucitar en un nuevo árbol o planta. Todos debemos morir a nosotros mismos en nuestros propios intereses e inclinaciones (simbolizadas con la mente y
el corazón en la biblia) y resucitar a una nueva vida fundamentada en los intereses, propósitos y designios de Dios para con nosotros. El orgullo y la soberbia presente aún en nosotros, son muestra que no hemos ni siquiera muerto, y por lo tanto lejos está de nosotros la verdadera resurrección. Pro.8:13 El temor del Señor es aborrecer... la soberbia y la arrogancia.Pro.21:4a Altivez de ojos, y orgullo de corazón... son pecado.
La función de la Santa Palabra en nosotros no es pasiva sino activa, y de eso estaban seguro los israelí, la cual llevaba de por si a la verdadera redención (Cristo hizo lo suyo por nosotros y aceptarlos no es suficiente, hay que vivirlos y la mejor forma de hacerlo es con la guía de la Palabra revelada:
"La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma;
El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre; Los juicios de Jehová son verdad, todos justos. Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; Y dulces más que miel, y que la que destila del panal. Tu siervo es además amonestado con ellos; En guardarlos hay grande galardón. ¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos."
Salmo 19:7 al 12
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