Destacamos lo siguiente para lo toma o lo rechace usted decide:
1 – Nunca deje de mejorar
¡No podemos parar! Nunca dejas de evaluar, medir y ajustar la forma en que presentas el Evangelio a una cultura en constante cambio y contexto.
Es como decir la frase: ¡Muévete o muerte!
2 – Cuando se cambia algo, que sea sutil, pero poderoso
La gente se resiste al cambio. Lo sabemos, pero sabemos que las cosas tienen que cambiar, así que cuando lo hacemos, hagamos los cambios sutiles, no abrumadores, pero de gran alcance en efecto.
3 – No añada muchas cosas a la vez, o se convertirá en subvalorado
No podemos rehacer las cosas en un día, una semana o incluso un año. Sumar, restar o mejorar algunos procesos no un proceso rápido sino uno a la vez. Hay que permitir a los participantes ver, oír, probar un rato. Se convertirá en una parte de lo que esperan. Entonces haga otra adición.
4 – Escuche a los que defienden su visión
Así como Apple escucha ampliamente a quienes usan y admiran sus productos, nosotros como líderes de la iglesia debemos hacer lo mismo. Tenemos que entender los que están verdaderamente con nosotros, y cuáles son sus preocupaciones y temores. ¿Qué los ha estado deteniendo? ¿Dónde está el de retroceso? Nunca vamos a satisfacer a los pesimistas, así que vamos a asegurarnos de que entendemos a los que están con nosotros.
5 – Aprovechar el impulso
Apple, crea una gran expectación y luego hacer una presentación increíble, explicando todas las ventajas de su producto. En pocas palabras… Todavía es un teléfono Pero, con mejoras para una cultura muy exigente. Cuando presentemos a Jesús, tiene que ser el verdadero evangelio de Jesús. Pero, debe ser presentada en una forma que ellos vean a la persona real, a Jesús a través de sus ojos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por su comentario