Grupo Renacer
“Permanezcan firmes en un solo espíritu y luchen con un solo corazón por la fe del Evangelio”. (Filipenses 1:27)
La unidad dentro del equipo debe materializarse en la uniformidad de criterios, fe, principios, trabajo y motivaciones, y ser dirigido por un líder competente. El desarrollo de un equipo de líderes cristianos debe tener a la unidad como pilar o columna de sostenimiento para perdurar en el tiempo. Si cada miembro del equipo actúa de forma independiente del resto, haciendo caso omiso a las directrices de su líder, el fracaso personal y colectivo está asegurado.
En conclusión, debemos cultivar e invertir tiempo y esfuerzo en el fortalecimiento de estas tres bases:
Comportamiento digno (Integridad).
Firmeza en el propósito (Identidad).
Esfuerzo conjunto (Unidad).
Cuando contamos con estas tres bases arraigadas sólidamente, no importan las luchas y problemas que se vengan porque a partir de nuestro fundamento, que es Cristo, alcanzaremos el desarrollo continuo de un equipo convincente, duradero, dinámico y enérgico, capaz de lograr metas y objetivos sorprendentes, para la honra y gloria de nuestro Señor.
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