Este término ha llamado mi atención desde hace unos días para acá y al comprender su verdadera intención o significado en contexto, sentí el impulso de compartirlo como un mensaje de Él para nosotros. Según su parecer, es para indicar aquel él cual lo que hacia y decía, estaba bien; y, la fuerza y la astucia son la defensa de su conducta. Esta actitud le aportaba orgullo, arrogancia y vanidad: y como consecuencia dificultades y sufrimiento (No digas: yo me vengare; Espera a Jehová, y él te salvará. Pr.20, 22); Es también un indicativo del Escarnecedor, nombre del soberbio y presuntuoso que obra en la inocencia de su presunción (Pr. 21,24); La vanidad es un acompañante también de quien obra según su parecer, es decir anda en pos de las cosas que no aprovechan ni libran, porque son vanas (sin fundamento real).
Es una advertencia y llamado de atención siempre, dentro del contexto en el cual parece dentro de las sagradas escrituras, y por lo general siempre hay una promesa para quien obra en sumisión y temor a Él; Entre esas promesas están: Riqueza, la honra, largura de días, largura de años, sabiduría, inteligencia, misericordia, verdad, prudencia, gozó, fuerzas, poder y escudo, entre otras (Ej. Pr. 22: 4 y 30: 5).
“SOLO DE DIOS EMANAN LAS CORRIENTES DE LAS VIDAS”
Siervo. Roberto Fonseca Murillo.
Pendiente: De acuerdo a su parecer.
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