Es correcto. Dios siempre quiere y espera el bien entre parejas y no podemos perder el rumbo de ello. Una de las formas de desacreditar el adversario el evangelio, es desacreditando el matrimonio. Cuando pequeño, aprendí una poesía sobre el matrimonio, para decirla en la Iglesia y una frase que me quedo dice " El matrimonio es como el demonio y hay que darle de beber ". Para los Pastores, creó entender eso y más cuando conozco varios casos y porque de los casos. En el matrimonio de Pastores y Siervos, ambos como pareja al servicio de Dios, debemos empezar a ser niños en la malicia y maduros en el modo de pensar. 1 Co. 14, 20.¿ Contra quien es la lucha?; ¿ Quienes deben vencer en esa lucha?. Abajo el orgullo y arriba la humildad. Es parte del principio, para percibir la dirección de Dios, lo contrario es percibir la voluntad del adversario. Se requiere malicia y madurez y esto demanda sometimiento al Señor; no es de uno, es de ambos.
Oremos siempre por los siervos de Dios.
SIERVO ROBERTO FONSECA MURILLO.
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