Los Estatutos y las
Ordenanzas de Dios trazan la línea de conducta que debemos seguir y obedecer;
muestran lo que no es bueno hacer y obligan a cumplir. Es llamativo el hecho
que dentro de su contexto, por lo general habla de enfermedad; llama a
reconocer a El (rafah), como nuestro Dios y evitar hacer lo contrario.
Hay que recibir la Palabra como una revelación divina en los
corazones y vida (entrega de la voluntad con sus decisiones), guardándose de la
inmoralidad de cada tipo, dejándose enseñar o iluminar (Salmo 119, 105). Hay
que serle fiel en medio de la prueba (nissahu), tomándolas como uno de sus
juicios, o correcciones, las cuales instruyen y hacen sentir controlado (Padre
que ama); y vivifican, librando de la naturaleza de servidumbre y sostiene y
guarda sin tacha hasta su venida.
Existen 10 palabras en relación con sus juicios en el hebreo,
e implican obviamente su ley o mandamientos (preceptos y estatutos para
caminar), como sus atributos y justicia; y el musar, revela todas esas partes, “bajo
la influencia del temor o reverencia”; y toda es la verdad, así llama “hacer firme, estable,
confiar,” emunoh en Dios hace guardar fidelidad (Salmo 119, 90) y el freno y posibilidad de
este proceso es la sabiduría (Salmo 19, 13).
Sólo guardando su revelación en todas sus partes, se será
guardado en un estado de salud del cuerpo y en paz mental (Isaías 53, 4 y 5, como Jeremías 33, 6), y son testimonios
(más allá) ahora presente entre todos los suyos. (Hechos 3, 16 y 4, 30).
Los juicios del Señor (determinaciones por necesidades), no
solo tiene referencia de una esfera de pecado y perdón, también implica la
limpieza de contaminación del poder de la naturaleza y consecuencias sobre sus escogidos (1 Corintio 11, 30).
Proverbios, meshalim 4,
21 y 22: No se aparten de tus ojos; Guárdalas en medio de tu corazón. Porque son vida á los que las
hallan, Y medicina á toda su carne. Sobre toda cosa
guardada guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.
Proverbios, meshalim 4, 10 al 13: 4:10 Oye, hijo mío, y recibe
mis razones, Y se te multiplicarán años de vida. Por el camino de la
sabiduría te he encaminado, Y por veredas derechas te he hecho andar. Cuando
anduvieres, no se estrecharán tus pasos, Y si corrieres, no tropezarás. Retén
el consejo, no lo dejes; Guárdalo, porque eso es tu vida.
Deuteronomio 30, 20
Le invito a leer todas las referencias bíblicas dentro de su
respectiva perícopa y así confirmar su
propósito de revelación a los creyentes.
No es un mensaje para todos, salvo usted lo comprenda.
Siervo. Roberto Fonseca Murillo
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