· El vinagre mezclado con hiel. Era costumbre administrar a los condenados una porción estupefaciente compuesta de vino agrio, que es lo mismo que vinagre, incienso y mirra, para aliviar sus sufrimientos o perturbar su mente de tal manera que no fueran sensibles a los mismos, era un acto de bondad para con el sufriente. Cristo decidió soportar la plenitud del dolor, como en todos los otros casos.
· Repartieron entre sí sus vestidos. Los que hicieron esto fueron los soldados romanos que lo habían crucificado; y esto parece indicar que en aquellos tiempos antiguos que las pertenencias del criminal eran reclamadas por los verdugos, como lo son hasta hoy. Según parece separaron una parte y sortearon el resto; a saber su túnica sin costura.
· Dos ladrones. Se cree que lo colgaron entre los dos ladrones para insinuar que era el peor de los tres.
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