Mucho cuidado con confundir los propósitos de la palabra de Dios y menos racionalizar y justificar posiciones personales ante la misma. No soy nadie en autoridad para negar o cambiar o mutilar parte
de su mensaje, sólo por terminar acomodándome a los oídos de otros y así engarme a mi mismo y engañar; y lo lamentable, quedar ante del Señor y autor de la misma palabra, como falso profeta o maestro. Cuando se omite la advertencia sin quererlo se está dejando la opción de obedecer o no obedecer sin medir o mediar consecuencias; y cuando Dios demanda obediencia y usted lo lee clara mente, encuentra en forma implícita o explicita los siguientes elementos muy claros:(1) Elemento cognoscitivo. Es el conocimiento impartido de lo que se hace, y no me libra de las consecuencias el que no las sepa (implícito). (2) Elemento volitivo. Todo acto es la influencia de la voluntad acompañada del entendimiento y de ellos depende decidir realizarlo o abstenerme de realizarlo dependiendo de cuan moral son (explicito en la Palabra y no libra la ignorancia de sus consecuencias) y (3) Elemento ejecutivo. Es la realización del acto como resultado de la influencia de la libre voluntad y el previó entendimiento (conciencia).
Parte de los fracasos espirituales y morales de Israel (norte) y Judá (sur), se debieron a sus mismos reyes, príncipes, sacerdotes y levitas, quienes terminaron acomodándose y facilitaron el surgimiento entre el pueblo de pecados como:
Los hijos no honraron a sus padres. El extranjero no es socorrido, sino explotado. Las viudas y los huérfanos son vejados por la injusticia y la extorsión. Todas las ordenanzas descuidadas y despreciadas; y los sábados profanados. No hay poder de piedad. Incestos, lascivia y crímenes (Isaías 4, 2 al 5; Ezequiel 22: 18 al 22 ; Malaquías 2: 5 al 10 y 3: 1 al 5.
Parte de los fracasos espirituales y morales de Israel (norte) y Judá (sur), se debieron a sus mismos reyes, príncipes, sacerdotes y levitas, quienes terminaron acomodándose y facilitaron el surgimiento entre el pueblo de pecados como:
Los hijos no honraron a sus padres. El extranjero no es socorrido, sino explotado. Las viudas y los huérfanos son vejados por la injusticia y la extorsión. Todas las ordenanzas descuidadas y despreciadas; y los sábados profanados. No hay poder de piedad. Incestos, lascivia y crímenes (Isaías 4, 2 al 5; Ezequiel 22: 18 al 22 ; Malaquías 2: 5 al 10 y 3: 1 al 5.
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