El SIERVO PREPARA SU CORAZÓN PARA DIOS

ESDRAS 7, 10

Jerusalén está en restauración física, al regresar varios de sus hijos del cautiverio en Babilonia; pero también se es consciente de la importancia de la restauración espiritual, y Esdras

 es el llamado para tal fin y como Siervo en su carácter como ministro de Dios: prepara, fija, determina, propone en su corazón, todas sus capacidades, dones y afectos, para inquirir la ley de Dios y para cumplirla el mismo, afín de estar adecuadamente capacitado para enseñar sus estatutos y decretos al remanente de Dios. El que ama a Dios y él le llama, debe saber asumir tal oportunidad a favor. Bendición Siervo(a).

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