¿Cuáles son los beneficios de la gracia de Dios?

Hoy quiero compartir con ustedes algo que en lo personal ha sido maravilloso, me refiero a los beneficios que hemos adquirido por la sola gracia de Dios, pero para entenderlos quiero primero mencionar que es necesario que nos identifiquemos con el “Adán” correcto, pues el no hacerlo provocará que vivamos en una identidad que no es la nuestra. Observemos lo que dice la escritura en 1ª Corintios 15:45:

“Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante.”  (RV.60).
En este pasaje podemos ver dos “tipos” de Adán, el primero, se refiere a Adán, el primer hombre sobre la tierra, en quién y por causa de su pecado, “todos mueren” (1ª Co. 15:22) y por quién el pecado entró en el mundo (Ro. 5:12) y quien además nos heredó una naturaleza “caída” la cual nos condenaba (Ro. 5:16).
El segundo se refiere a Jesús, en cuya obra (su vida, muerte y resurrección) recibimos la “justificación de vida” (Ro. 5:18). Todos los hombres estamos identificados con uno o con otro, esto toma relevancia al entender que no es lo que hacemos lo que determina quiénes somos; más bien, quién creemos que somos determina lo que hacemos como lo dice la escritura en el libro de proverbios 23:7, la primera parte:
“Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.” (RV.60).
Esto también se refleja en la enseñanza de Jesús en pasajes como: Mt. 12:34-35; 15:18; Lc. 6:45.
Entonces, la pregunta importante es: ¿Quién soy yo?

En una ocasión, mi esposa y yo estábamos en el supermercado, haciendo fila en las cajas para pagar, cuando observé que delante de nosotros estaba alguien que en apariencia era un chico, pues usaba cabello corto, estilo militar, camiseta y jeans flojos, además que sus ademanes eran masculinos, sin embargo, al observar mejor, me di cuenta que se trataba de una chica, una chica que se consideraba hombre, sin embargo no había forma de que por más que se creyera, se vistiera o se comportara como hombre, dejará de ser chica, pues eso es lo que por naturaleza es. Recuerdo haberle comentado a mi esposa: “esa chica, cada mes recuerda, sin duda, que es una chica”.
Con este ejemplo no pretendo juzgar a las personas que viven en un estilo de vida homosexual, sino más bien, creo que es un claro ejemplo de la confusión que existe cuando realmente no hemos entendido o aceptado quienes somos en realidad, entonces, ¿quién soy yo? O más bien, tendría que preguntar: ¿QUIÉN SOY YO EN CRISTO?
En una ocasión leí el libro de Neil T. Anderson “victoria sobre la oscuridad” y vi un par de listas que cambiaron mucho mi perspectiva de quién soy yo, como lo dice: “Lo cierto en cuanto a Cristo es cierto en cuanto a usted, puesto que usted es un santo en Cristo, por llamamiento de Dios, comparte la herencia de Cristo, es parte de su identidad”. Esto ocasionó que empezara a investigar un poco más, y a continuación quiero compartir con usted lo que he descubierto:

Quién soy yo en Cristo y cómo yo estoy en Cristo por la gracia de Dios.
Mateo
En Cristo soy la sal de la tierra y la luz del mundo (5:13-14)

Juan
Soy hijo de Dios; espiritualmente, Dios es mi Padre (1:12; Ro. 8:14-15; Gal 3:26; 4:6)
Soy parte de la vid verdadera y un canal de vida de Cristo (15:1,5)
Soy amado (15:9)
Soy Amigo de Cristo (15:15)
Soy elegido por Cristo para llevar su Fruto (15:16)

Romanos
Estoy reconciliado con Dios (5:10-11)
Soy siervo de la justicia (6:18)
Soy hecho siervo de Dios (6:22)
En Cristo soy heredero de Dios y coheredero con Cristo de su gloria (8:17)
He sido justificado – completamente perdonado y justificado (5:1)
El pecado ya no tiene poder sobre mi vida ya que morí con Cristo (6:1-6)
Ya no existe ninguna condenación en mi vida (8:1)

1ª Corintios
Soy templo – morada de Dios. Su Espíritu y su vida moran en mí (3:16; 6:19)
Estoy unido con el Señor, y soy un Espíritu con Él (6:17)
Soy miembro del cuerpo de Cristo (12:27; Ef. 5:30)
Dios me ha puesto en Cristo (1:30)
He recibido el Espíritu de Dios en mi vida para que pueda conocer las cosas que Dios me ha dado (2:12)
Dios me ha dado la mente de Cristo (2:16)
He sido comprado por un precio, ahora pertenezco a Dios (6:19-20)

2ª Corintios
Soy una nueva creación por tal motivo no debo mirar atrás (5:17)
Estoy reconciliado con Dios, pues soy ministro de reconciliación con la gente (5:18-19)

Gálatas
He sido crucificado con Cristo y ya no soy yo quien vive, sino que Cristo vive en mí. La vida que ahora vivo es la vida de Cristo (2:20)
Soy uno con Cristo, por su fe, revistiéndome de Él (3:26-28)
Soy hijo de Dios y por esto soy heredero de Dios (4:6-7)

Efesios
Soy santo (1:1; 1ª Co 1:2, 6:11; Fil 1:1; Col 1:2)
Ya soy bendecido con toda bendición espiritual (1:5)
Fui escogido en Cristo antes de la fundación del mundo para ser santo y sin mancha delante de Él (1:4)
Fui predestinado – determinado por Dios – para ser adoptado como hijo de Dios (1:5)
He sido redimido y perdonado según su abundante gracia (1:7)
He sido vivificado juntamente con Cristo (2:5)
He sido resucitado y sentado con Cristo en el cielo (2:6)
Soy hechura de Dios – su obra especial – creados en Cristo para hacer su obra (2:10)
Tengo acceso directo hacia Dios por medio del Espíritu (2:18)
Soy conciudadano y miembro de la familia de Dios (2:19)
Soy prisionero de Cristo (3:1; 4:1)
Puedo acercarme a Dios con libertad y confianza (3:12)
Soy creado justo según Dios (4:24)

Filipenses
Soy ciudadano del cielo, sentado con Él en el cielo ahora mismo (3:20; Ef. 2:6)

Colosenses
He sido librado del dominio de Satanás y trasladado al reino de Cristo (1:13)
He sido redimido y perdonado de todos mis pecados. Mi deuda ha sido saldada (1:14)
Cristo vive en mi (1:27)
Soy sobreedificado en Él (2:7)
He sido circuncidado espiritualmente. Mi vieja naturaleza ha sido quitada (2:11)
Estoy completo en Cristo (2:10)
He sido sepultado, resucitado y vivificado con Cristo (2:12-13)
Todos mis pecados son perdonados [100% perdonado] (2:13)
Morí con Cristo y he sido resucitado con Él. Mi vida ahora está escondida con Cristo en Dios. Ahora Cristo es mi vida (3:1-4)
Morí al viejo hombre y estoy escondido con Cristo en Dios (3:3)
Soy la expresión de la vida de Cristo porque Él es mi vida (3:4)
Soy escogido de Dios, santo y amado (3:12; 1Te 1:4)

1ª Tesalonicenses
Soy hijo de luz y no de tinieblas (5:5)

2ª Tesalonicenses
He sido escogido por Dios para salvación (2:13)

2ª Timoteo
He recibido el Espíritu de poder, amor y dominio propio (1:7)
Dios me llamo para salvarme y apartarme (1:9)

Tito
Soy salvo (3:5)
Soy justificado por su gracia y soy heredero de la vida eterna (3:7)

Hebreos
Puesto que he sido santificado y soy uno con el que santifica, Él no se avergüenza de llamarme su hermano (2:11)
Soy parte del llamamiento celestial (3:1)
Soy participe de Cristo; comparto su vida (3:14)
Tengo derecho a entrar libremente al trono de Dios para encontrar misericordia y gracia en tiempos de necesidad (4:16)
Soy perfecto (10:14)

1ª Pedro
Soy una de las piedras vivas de Dios, siendo edificado en Cristo como una casa espiritual (2:5)
Soy miembro del linaje escogido, un real sacerdocio, una nación santa, un pueblo adquirido por Dios (2:9-10)
Soy extranjero y peregrino de este mundo (2:11)
Soy enemigo y adversario del Diablo (5:8)

2ª Pedro
He recibido grandes y preciosas promesas de Dios por las cuales soy participe de la naturaleza divina de Él (1:4)

1ª Juan
Cuando Él se manifieste seré semejante a Cristo y le veré tal como es Él (3:1-2)
Soy nacido de Dios, y el diablo no puede tocarme (5:18)

Apocalipsis
Soy un rey y sacerdote para Dios (1:6)

Note que cada una de estas cosas son totalmente ciertas en usted y no hay nada que pueda hacer para que cada una de estas sean diferentes porque no dependen de usted si no de Dios.

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