Ismael es el nombre dado por el mismo ángel de Dios, en hebreo Yishmael, de shama, él oyó, y El, Dios: porque dice el ángel,”Dios ha oído tu aflicción.” Por tanto ese nombre le recordaría la a la madre la misericordiosa intervención de Dios a su favor, y le recordaría al hijo y a los suyos que él era el objeto de la bondad providencial y misericordiosa de Dios; y seria hombre fiero (este termino no se encuentra en la Biblia hebrea, pero en el árabe se encuentra en el termino Farra, “escapar, correr salvajemente” , y Job da una mejor descripción al hablar como de un asno montes (39, 5 AL 8) y de la cual se puede aplicar a los ismaelitas (beduinos, y a los árabes errantes), los descendientes de Ismael y cuyas moradas son en lugares estériles y en medio de la soledad; y uno de sus colores predilecto es el verde.
El mismo nombre dado a Dios por Agar, por su acción y misericordia para con ella es PARTICULAR: tus eres Dios que ve; y al Pozo del cual suplió su sed lo llamó: Pozo del Viviente-que-me.ve (los árabes en su idioma tienen 99 nombres para Dios), y el nombre general con el cual lo designan: Alah, significa “jurar”, comprometerse a si mismo por medio de un voto, e implica la idea de “fidelidad” es parte del nombre de Dios en hebreo “Elohim”, que algunas veces se escribe El o Elah, y se traduce Dios en castellano.
La fe en la promesa por algunos de ellos, sus descendientes, es lo que les permitió confiar en aquel que es el Viviente, existe en todas las generaciones, y debe tener el poder de cumplir las promesas, que deben cumplirse en el transcurso del tiempo. Hasta hoy, todas las cosas buenas, que les fueron prometidas temporal mente se han cumplido.
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