La figura de juramento de pacto aparece muy claramente en el Libro de Génisis, después que Abram le requiere a Dios una prueba del cumplimiento de una promesa sobre su descendencia en el capitulo 15 y entre los versos ocho al dieciocho; Dios le ordena buscar una becerra de tres años, y una cabra de tres años, y un carnero de tres años, una tórtola también, y un palomino. Y tomo todo esto, y lo partió por la mitad, y los puso cada mitad una frente de la otra; más no partió las aves.
Este ejemplo lo instituyo Abraham ante Abimelec
Abimelec era un rey en ese momento de los filisteos y Abraham le reconvino a causa de un pozo de agua, que sus siervos le habían quitado. Y tomó Abraham siete corderas aparte, para que le sirvieran de testimonio de que él había cavado el pazo. Y llamó a aquel lugar Beerseba; porque allí juraron juntos. (Génisis 21: 25 al 31). Y moró Abraham muchos días en tierra de los filisteos (sur de Israel actual).
Este juramento le fue rectificado a Isaac en Gerar, por medio del mismo Dios, “y confirmaré el juramento que hice Abraham tu padre. Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente. Génisis 26: 2 al 4.
Y a esta acción de obediencia a Dios se le denomino, “cortar el pacto,” (carath berith) o cortar, es hacer el pacto de promesa o de afirmación ante la justicia o como de justicia. Queda como una promesa reciproca y para la ocasión mataban un animal, derramaban su sangre como sacrificio a Dios y entonces pasaban entre las partes del animal como señal del pacto; estos actos y reclamos se continuaron ante hombres y mujeres virtuosos(as). Gé 26,3.
Los asuntos llevados a los Jueces o en los cuales se apelaba a Dios Omnisciente por un juramento y se le consideraba solemne y temible.
Éxodo 22: 9 al 11.
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