Descubrimos que el pecado mismo trae sus propias consecuencias aparte de lo que el ofendido pueda hacer o no. Porque un pecado trae consecuencias no implica que no sea perdonado. Son dos tipos de sufrimiento o consecuencias:
1. La culpabilidad por haber hecho algo malo y 2. Las consecuencias, el daño a otros y a ti mismo. El perdón borra la culpabilidad pero la restauración del daño requiere algo diferente. Un ejemplo. Supón que quemas la casa de tu vecino, luego pides perdón y el vecino te perdona. Al vecino se le ha olvidado el pecado pero ¿qué de su casa? O tienes que reconstruirla o darle la tuya. Hay dos tipos de daño del pecado: a otros y a ti mismo. El daño al amigo es más que sólo sentirse lastimado. Una vez lastimado es más difícil confiar en cualquiera. Tu también estás más a solas. Las virtudes y vicios se construyen poco a poco. Cada acto de honrar la confianza de otros nos hace más dignos de confianza. Cada acto de violar la confianza nos hace menos dignos de confianza. Restauramos la confianza por medio de honrar la confianza, poco a poco, acto por acto.
1. La culpabilidad por haber hecho algo malo y 2. Las consecuencias, el daño a otros y a ti mismo. El perdón borra la culpabilidad pero la restauración del daño requiere algo diferente. Un ejemplo. Supón que quemas la casa de tu vecino, luego pides perdón y el vecino te perdona. Al vecino se le ha olvidado el pecado pero ¿qué de su casa? O tienes que reconstruirla o darle la tuya. Hay dos tipos de daño del pecado: a otros y a ti mismo. El daño al amigo es más que sólo sentirse lastimado. Una vez lastimado es más difícil confiar en cualquiera. Tu también estás más a solas. Las virtudes y vicios se construyen poco a poco. Cada acto de honrar la confianza de otros nos hace más dignos de confianza. Cada acto de violar la confianza nos hace menos dignos de confianza. Restauramos la confianza por medio de honrar la confianza, poco a poco, acto por acto.
Pero, ¿no son las virtudes productos de la gracia de Dios? Claro que sí pero tenemos que cooperar con su gracia. Esta cooperación o falta de, también se construye decisión tras decisión.
“¡Oye!” dices, “¡Esto va a tomar tiempo! Sí, es cierto. Por qué Dios no arregla todo al instante. Al final de la historia, Dios va a borrar aún las consecuencias. A corto plazo, sólo promete ayudarnos. No hay garantía de que podamos restaurar 100% las amistades dañadas. Es cierto que Dios puede remover las consecuencias al instante si quiere pero muchas veces el sufrir una consecuencia es medicina para otra causa. Si no fuera por sufrir el dolor de la pérdida de confianza, ¿estarías preocupado por ser una persona digna de confianza? ¿Cómo puedo restaurar la confianza? Sé más digno de confianza. Pide la gracia de Dios.
Arrepentirte totalmente, sin reservas. Ofrece tu sufrimiento a Dios. Nunca pierdas la confianza de que Cristo murió por nuestros pecados y resucitó.
Adaptado de, Ask Me Anything 2, por J. Budziszewski.
ObreroFiel.com- Se permite reproducir este material siempre y cuando no se
venda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por su comentario