La Semana Santa, que como todos Vds. saben, no tiene una fecha fija en el calendario, sino que se celebra en fecha diferente cada año, viene marcada por tal luna como la que tenemos hoy. Una luna llena que cae siempre en la semana inmediatamente anterior al domingo de resurrección, pero no necesariamente el jueves, como a menudo he oído decir a algunas personas, por lo que deduzco que es uno de esos lugares comunes en los que muchos incurren sin saber muy bien por qué.
Y ello es así desde que en el Concilio de Nicea, primero de los ecuménicos, celebrado en el año 325 de nuestra era, se decidió que, en adelante, el domingo de resurrección, la Pascua cristiana, lo celebrara toda la Iglesia el primer domingo, después de la primera luna llena, después del equinoccio de primavera. Un criterio que, es preciso señalar, coincide con el que sin carácter universal aún, marcara algo antes el Papa San Pío I, con la doble intención de, por un lado, poner fin a las discrepancias entre las distintas iglesias cristianas, y por otro, marcar la definitiva separación de la Pascua cristianarespecto de la Pascua judía.
Pues bien, como el equinoccio de primavera este año ha ocurrido el 20 de marzo, siendo así que el 19 de marzo había sido luna llena, acontece que la primera luna llena posterior es, precisamente, la que ocurre hoy, 18 de abril. Por lo que el próximo domingo, 24 de abril será el domingo de resurrección de la Semana Santa de 2011.
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