2. El éxito temporal de la apostasía o del anticristo:
“Que nadie os engañe de ninguna manera. Primero tiene que venir la apostasía y manifestarse el Hombre impío, el Hijo de perdición” (2ª. Tesalonicenses 2:3).
3. La aparición de falsos cristos y de falsos profetas:
“Jesús empezó a decirles: mirad que no os engañe nadie. Vendrán muchos usurpando mi nombre y diciendo ‘yo soy’, y engañarán a muchos” (Marcos 13:5-6).
4. La persecución de los discípulos:
“Y cuando os lleven para entregaros, no os preocupéis de que vais a hablar, sino hablad lo que se os comunique en aquel momento. Porque no seréis vosotros los que hablareis, sino el Espíritu Santo. Y entregará a la muerte hermano a hermano y padre a hijo; se levantarán hijos contra padres y los matarán. Y seréis odiados de todos por causa de mi Nombre, pero el que persevere hasta el fin, éste se salvará” (Marcos 13:11-13).
5. Guerras, terremotos y carestías en el mundo:
“Cuando oigáis hablar de guerras y de rumores de guerras, no os alarméis; porque eso es necesario que suceda, pero no es todavía el fin. Pues se levantará nación contra nación y reino contra reino. Habrá terremotos en diversos lugares; habrá hambre: esto será el comienzo de los dolores de alumbramiento” (Marcos 13:7-8).
6. Gran tribulación:
“El que esté en el terrado no baje ni entre a recoger algo de su casa, y el que esté por el campo no regrese en busca de su manto. Ay de aquellas que estén encinta o criando en aquellos días! Orad para que no suceda en invierno. Porque aquellos días habrá una tribulación cual no la hubo desde el principio de la creación que hizo Dios, hasta el presente, ni la volverá a haber” (Marcos 13:14-19).
7. Catástrofe cósmica:
“Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, y las fuerzas de los cielos serán sacudidas. Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del hombre; y entonces se golpearán el pecho todas las razas de la tierra y verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo con gran poder y gloria” (Mateo 24:29-30).
Por todo lo anterior, cuando el cristiano ve terremotos, guerras, aparición de falsos profetas, calamidades naturales, etc., todo esto le recuerda que la Parusía del Señor es segura y que es necesario velar y estar siempre preparados.
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