La
iglesia siempre se moverá entre la verdad y la falsedad dentro de si misma;
entre las doctrinas dadas en la Biblia y las erradas enseñanzas extractadas de
las mismas sagradas escrituras. Debemos saber discernir entre los verdaderos
maestros inspirados por Dios, de los maestros llevados por su propio parecer
lejos del verdadero propósito de Dios; Es necesario saber asumir la correcta
posición ante la falsedad de la aparente verdad y edificarnos espiritual mente
para no ser influenciados por ellos y así mantenernos firmes y sin fluctuar
ente el Señor.
Un
buen tratado para la anterior tarea es la Epístola Universal De San Judas.
I.
Hombres como animales irracionales: vrs. 11 al
13 y 16.
1. Aborrecedores, 11a
2. Falsas doctrinas, 11b
3. Comiendo
impúdicamente, 12a
4. Árboles enfermos, 12b
5. Estrellas errantes,
13
6. Aduladores, 16
II. Haced memoria de las
advertencias: vrs. 18 al 19.
1 Malvados deseos, 18
2. Causan divisiones,
19a
3. No son espirituales,
19b
III. Edificad sobre la
santísima fe.
1. Orad bajo el Espíritu
Santo, 20b
2. Mantened el amor de
Dios, 21
3. Enfatiza la verdadera
doctrina, 22
Desarrollo
I.
Hombres como animales irracionales: vrs. 11 al
13 y 16.
1.1.Por
su carencia de una verdadera transformación, por la ausencia del Santo
Espíritu, tienden aborrecer a sus hermanos fácilmente y algunos pueden
transformarse en asesinos. Por sus falsas doctrinas corrompen y destruyen las
buenas intenciones de las almas de sus Hnos.
Una de las rozones de su comunión con
la iglesia, son las viandas, lo cual si no se sabe encaminar tiende a
degenerarse y terminan apacentándose a si mismo y no para satisfacer la naturaleza
espiritual.
1.2.Árboles
, tienen la forma y el oficio de maestros de justicia y se espera de ellos la
pureza de doctrina , pero no la tienen, porque sus pasiones los dominan; Tiene
apariencia de ministros del evangelio, pero no producen frutos, están doble
mente muertos en sus pecados, de los que el evangelio había revivido y
perdieron la gracia.
1.3.Estrellas
errantes que no pueden quedarse quietas y en sus aguas arrojan cieno y lodo.
Anómalas, inciertas, fuegos fatuos: Son de tal manera que parecen ir de cabeza
al infierno, donde será el lloro y el crujir de dientes. Adulan a las personas
para sacar provecho. Lisonjeros, serviles por causa del lucro, en especial de
los ricos, para llevar una vida más cómoda y no les importa si otros están en pecados,
para exhortarlos y edificarlos como corresponde.
II. Haced memoria de las
advertencias: vrs. 18 al 19.
2.1. Malvados deseos. Quienes viven en la
impiedad, se inclinan fácil mente a sus deseos. Quien no vive bajo el santo
espíritu no puede tener dominio de si mismo y menos resistir al diablo. Solo la
piedad bajo la oración y fortaleza del Santo Espíritu, llevan a dominar los
malos deseos. Quien no comprende las verdaderas doctrinas de Cristo, no conoce
verdadera mente a Dios y menos puede tener el temor del Señor, Pr.8,11.
2.2. Causan divisiones,
de la verdadera iglesia con su pretendida sabiduría, tal pretensión afecta los
fundamentos doctrinales que es uno de los pilares de una iglesia y el cual
consolida la unidad de fe, igual cosa sucedió en corintios cundo se remplaza el
verdadero fundamento que es la doctrina de los apóstoles y se remplaza por
doctrinas de hombres.
2.3. No son
espirituales. Son guiados meramente por sus apetitos y pasiones, por lo tanto el Espíritu no es su guía y
sostén, el es quien renueva y regenera al cristiano. Nadie puede dar de lo que
no tiene y ellos sacan lo que tiene en su mal tesoro del corazón. . Quien solo
busca su propia satisfacción, no puede superar el mal en el mientras no busque
satisfacer a Dios.
III. Edificad sobre la
santísima fe.
3.1. Orando bajo la guía
y poder del santo Espíritu, es decir por encima de todo mantener la divina
influencia que hemos recibido y bajo ella orando y suplicando a Dios. La
oración que nunca ha sido inspirada por
la influencia del Espíritu Santo, jamás llegara al cielo.
3.2. Manteniendo el amor
de Dios. Al edificarnos en la santísima fe y orando en el Espíritu Santo. Es
una manera de mantener el verdadero amor de Dios en nosotros y sin ello, pronto
lo perderemos. El orgullo y la arrogancia, alimentan la debilidad e imprudencia
y convierte en enemigos de otros; La humildad y la bondad solo se consiguen con
la verdadera oración y son el camino del verdadero amor.
3.3. Enfatiza la verdadera doctrina. Unas de
las razones que puede mantener lejos del contagio del pecado y de cualquier
clase de error que pudiera perjudicar los intereses de vuestras almas, es
mantener las enseñanzas de Cristo, quien nos presenta ante la gloria del Padre,
sin mancha, donde nada podrá estar que no se asemeje a Él y quien guarda de la
fuerza de posibilidad de caer y de que se cumplan las bienaventuranzas. Dios es
el único que puede orientar la verdadera ensenanza, por que solo el declara la
verdad por su santo Espíritu. Nuestro Señor Jesucristo es quien por su sangre
nos hace reyes y sacerdotes; Al Padre se le debe atribuir toda
Gloria, luz, esplendor y
excelencia y reconocer todo poder, autoridad y preeminencia; Su autoridad y
gobierno en la iglesia y en el mundo.
SIERVO ROBERTO FONSECA MURILLO.
SIERVO ROBERTO FONSECA MURILLO.
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