Más que la buena fama como hijos, vale ante Dios la honra y honor; Las cosas terrenales son prácticamente ingratas y entre ellas hay sin embargo algunas que todavía son de gran transcendencia; y entre ellas, lo he comprobado, es el buen nombre: Lo logrado por acciones virtuosas, es más dulce que fragante bálsamo, cuyo perfume esparcido deleita, es lo que otorga seguridad entre tanto terminamos esta fatigosa peregrinación y nos hace felices entre tanto termina la carrera de la vida. El mejor patrimonio que nos puede aportar la sabiduría no son los bienes materiales, sino los bienes espirituales de los cuales se pueden obtener el mejor provecho a los ojos del Señor; La vida en sabiduría es de gran bendición para quien la vive solicita y seriamente ante Dios. No pretendas sabiduría mientras multiplicas la impiedad, ni alardes de amor por las almas entre tanto no has enderezado lo torcido: No te destruyas velando, ayunando, orando y abnegándose a los extremos, cuándo se burlan y hablan mal de ti con verdad y tú has hablado mal o vilipendiado (Despreciado, ofendido o humillado) a otros ,(Ec. 7,21 y 22); El hombre justo aunque este habituado hacer lo bueno, esta expuesto a cometer pecado (yechtá); y por tanto las acciones de búsqueda y entrega a su Dios deben afectarlo llevándolo ha tener una constante vida dependiente del Señor; Dios no tiene hijos “pecadores”, sino simplemente que “pueden pecar” y en lo posible siempre lo evita resistiendo con el logro de sus acciones virtuosas, asistidas y posibilitadas bajo el Santo Espíritu. Para mantener la hora Dios faculta maravillosa mente y a quien depende de Él le ha sido de ayuda y ha otros por no usarlas su ruina moral y espiritual, por lo tanto debes velar y orar con sentido, dependiendo siempre del Señor (Ec. 7,29).
SIERVO ROBERTO FONSECA MURILLO.
SIERVO ROBERTO FONSECA MURILLO.
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