AY, es una expresión de preocupación mesclado con compasión hacia personas.
Tropiezo, Son escándalos, ofensas o persecuciones que pueden afectar la buena relación con Dios.
Dios demanda y espera que sus hijos adoptados por la sangre de Cristo y como resultado del proceso de renovación y regeneración efectuado por su Santo espíritu, den muestra de superación de todo perjuicio, prejuicio, supuestos y de todo lo perjudicial para el reino de los cielos (Mateo 13,24).Cuando se demanda vestirse(Col. 3,12 ), es por que ahora Él´, espera conductas diferentes como resultado del espíritu de humildad , desprovisto de toda ambición mundanal y de todo deseo de poder ( 2 Co. 4,4 al 6). Aguarda en nosotros un mismo espíritu y un mismo sentir al igual que lo hay entre Cristo y Él Padre o entre él Dios Hijo y él Dios Padre, lo que San Lucas describe en su segundo tratado como unanimidad, o el salmista llamaría armonía; pensemos que todos somos iguales y por lo tanto habite en nuestros corazones, la bondad y la misericordia hacia a los demás y dentro del mencionado ambiente (de niños), no puede haber, ni debe haber “tropiezo”, entre esos mismos que integran un circulo de humildad, unanimidad o armonía; La contradicción o los absurdos no tiene ni deben tener lugar entre vestidos del Señor Jesucristo y por lo tanto vestidos como escogidos de Dios (Ro. 13,14 y Col. 3,12), de hay la expresión(Ay), de asombro, preocupación y compasión por aquel que” desarmoniza” en medio y dentro del grupo del cual se espera lo contrario; es indicación de aquel que aun no ha aprendido a recibir instrucción u ordenes, respecto al “desempeño” que debe tener y lo cual equivale a “humillarse” ante Dios y lo cual también es un llamado (Mateo 18,4). Los hijos de Dios deben tener conciencia del sentido y responsabilidad que conlleva, el tener conciencia del privilegio otorgado de ser llamado “Hijos de Dios” (Ro.8, 16).
Todos ahora tenemos absceso a la presencia de Dios y recibimos la adecuada provisión para permanecer dentro de las intrusiones u ordenes de Él (El Hijo del Hombre vino para salvar lo perdido, Mt.18, 11), no es posible, ni permisible por ´lo tanto que se halle de agraviar o agraviar entre sus seguidores, cuando los amo tanto y de tal manera que entrego su vida por ellos y no es la voluntad de Dios que uno de los suyos se le pierda por culpa de otro (Mt. 18,14).Dentro de los vestidos de humildad, santidad, de Jesucristo y como hijos de Dios, no es posible que persista el problema de preferencia por las cosas del mundo, resistencia a la voluntad de Dios y persistencia en las cosas malas ( Mt. 18,8 y 9). Estamos más bien llamados a edificarnos, consolarnos, perdonarnos (aunque no sea mi culpa, pedir perdón),ha expresar bondad, benignidad, mansedumbre, paciencia, misericordia (manifestaciones de amor), guardar unanimidad y armonía entre todos ( Mt. 18, 15 al 20). Siempre debe haber alguno o algunos que lideren este ambiente de armonía, bajo la unción de Dios y seguir siempre los tres pasos dados por la Palabra, Mt. 18, 15 al 17. (El ofendido o el líder). Reprender es un mandamiento positivo bajo la Ley (Lev. 19,17), como enseñar, redargüir, corregir e instruir en justicia lo es en la Gracia; estás son acciones que nacen espontáneamente de un corazón en el cual se abrigan, los anhelos, los deseos y las voces de Dios, en la misma melodía de Él, y se puede hacer con quienes se afinan en el mismo tono y en perfecto acuerdo con Dios, Mt. 18, 18 y 19. ( Lo contrario puede genera problema, Pr. 23, 9.
QUMRANILUMINA, siervo. ROBERTO FONSECA MURILLO.
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