Lo que no cabe duda es que la figura de Jesús está íntimamente ligada al cristianismo, y sin su crucifixión y los hechos que la rodearon el cristianismo no hubiera prosperado como religión. En realidad todo parece empezar hacia el año 30 en el interior del judaísmo y sin otro horizonte geográfico que Israel. Antes podrían buscarse unos antecedentes entre los esenios, pero tampoco son datos fiables y en cualquier caso seria la religión esenia y no el cristianismo. En el año 150 los cristianos definieron tomar las escrituras judías como parte de la historia bíblica. No fue hasta el año 312 cuando el Emperador Constantino se convirtió al cristianismo. En el año 325, convocado por Constantino, se celebra el concilio de Nicea. En el año 380 el cristianismo se convirtió en religión oficial en el Imperio Romano. Finalmente es en el Concilio de Constantinopla en el año 381, cuando se pone en marcha el Credo y se firma la unidad de las tres personas que constituyen la Trinidad.
El período actual es, sin duda, él mas apropiado y necesario para revisar la real figura de Jesús, ya que el cristianismo se encuentra en un estado de crisis en muchos de sus aspectos, una crisis que le lleva desde postura de liberales contra culturales hasta neo fundamentalismo con caracteres integristas.
SIERVO ROBERTO FONSECA MURILLO.
SIERVO ROBERTO FONSECA MURILLO.
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