¡Oiga!, usted ni yo podemos dar de lo que no tenemos. No se a quien se le ocurre exigir amor a quien no esta en Luz. Que porque se supone que debe tener, la cristiandad no puede ni debe vivir de supuestos, sino de la verdad que es lo que siembra,alimenta, sostiene y permite dar fruto. La luz es una fuente verdadera de amor verdadero; Es necesario conocer su nombre para que su amor este en nosotros ( Jn. 17,26 y contexto). Si decimos que le amamos y no a los hermanos, somos mentirosos y la verdad no está en nosotros y andamos aún en tinieblas y me asaltará el temor por que no permanezco en Dios y no estoy preparado para el Juicio.Lee 1 de Juan y pide la dirección del Santo Espíritu. El amor emana de un corazón dado por él Padre a su Hijo y ese es su amor y al sentirnos amados por Dios amamos también nosotros.
SIERVO ROBERTO FONSECA MURILLO
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