Por Jill Briscoe
Con toda humildad y mansedumbre, con paciencia, soportándoos los unos a los otros en amor. ~ Efesios 4:2
¿Tiene una estimación humilde de sí mismo? ¿Realiza usted mismo con la modestia y dulzura perfecta? ¿Acepta usted la vida con humildad y paciencia? Para los griegos, la humildad no es una virtud. Para los griegos el trabajo de humildes es esclavizante, mezquino, innoble.Fue sólo cuando Cristo vino que la humildad se convirtió en una virtud. La vida y muerte de Cristo fue servicio y el sacrificio sin pensar en la reputación (ver Filipenses 2:6).
Saúl fue elegido para ser rey de Israel del partido por su actitud humilde. ¿No soy yo hijo de Benjamín, la más pequeña de las tribus de Israel, y mi familia más pequeña de todas las familias de la tribu de Benjamín? Cuando se habla usted como esto a mí? (1 Sam. 9:21), dijo que el profeta Samuel. Fue el orgullo lo que posteriormente causó su caída. Samuel le reprendió con estas palabras: Cuando eras pequeño en tus propios ojos, ¿no es la cabeza de las tribus de Israel? Y no el Señor te unge como rey sobre Israel? (1 Sam. 15:17). Pablo, que había muchas razones naturales para estar orgulloso, dijo: Yo soy lo que soy por la gracia de Dios!
La mansedumbre es una sin reservas, de corazón sencillo presentación en juicio. Denota el espíritu perdurable, inservibles, que sabe cómo sobrevivir el dolor o la provocación, una fuerza sólo aprendió a los pies del Redentor. Es lo opuesto a la noble genio que pronto da paso y cuyos brotes son sólo debilidad pecaminosa en el más delgado de Maska. Pablo nos dice que instruir con mansedumbre y suavidad a los que se oponen a nosotros. ¿Qué hacer cuando alguien que se opone? Qué dulzura y paciencia tiene al corregirlos? ¿Cómo es manso?
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