Empesemos por dos necesidades que debes suplir en tu vida personal:
1. La ciencia o sabiduría (Deah), verdad divina o esencial y necesaria en la vida espiritual.
2. La inteligencia (Haskeil), plena interpretación de la divina verdad revelada.
Recuerda que lo que Dios más demanda a los suyos es poder ser sabio y santo, S Lucas 18, 8 y 1 P 4, 18.
Ser sabio en el Antiguo Testamento es equivalente a ser santo en el Nuevo Testamento y en el camino del Señor lo que nos corresponde es alcanzar la sabiduría y la inteligencia (Sínolo de ambas)
Y Dios otorga todo lo demás que falta para alcanzar ese fin o propósito de Dios. La pregunta que nos debemos hacer es, ¿Qué se abriga o guarda en nuestro interior? Déjame ayudarte diciendo que hay asuntos que provienen de la fe como son:
. El Amor
. La Justicia
. La Buena conciencia
. La Piedad
. La Perseverancia
Son pilares fundamentales o ingredientes de la misma fe, es decir la fe se activa y se alimenta así misma en la medida que tu se lo permitas y podemos afirmar que la Fe es una acción activa para el bien tanto personal como para con los demás. Bueno nos quedan pendientes las acciones o asuntos que no proviene de la Fe, como son:
. El Engaño
. La Envidia
. La Duda
. El Fingimiento
. La Turbación
Son por lo tanto perturbadores de la verdadera Fe en nosotros, por ser contrarios a la esencia espiritual y son más bien propias de la carnalidad, (Lo meramente humano)y alimentan y contribuyen a la doble moral, lo cual no es un buen aliado de la verdadera Fe y por tanto nos alejan del real temor a Dios que es el principio de la sabiduría como de la inteligencia que es conocer la voluntad del Señor.
¿Como se evidencia la verdadera operación del Espíritu Santo en nosotros?
Ante esa dobles de posibilidades que pueden operar en nosotros y ante tantas doctrinas de hombres que circulan entre quienes buscan la verdadera voluntad de Dios en sus vidas, déjame decirte que no depende totalmente de nosotros el alimentar una verdadera Fe con sus verdaderas evidencias de serlo y esto no depende de nosotros, si no de la bondad y misericordia de Dios, “por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Santo Espíritu”, Tito 3, 5.
Cuando buscamos lo que contribuye a la paz, bendigamos a los enemigos, compartamos para las necesidades Cuando siempre sintamos gozo en cualquier circunstancia y continuemos fervientemente amando y sirviendo al Señor, cuando dejemos la venganza a Dios y demos lo que podemos para bien a los enemigos y venzamos siempre el mal con el bien entre otras, son ninguna duda evidencias de que verdaderamente estamos dejando que EL SANTO ESPÍRITU OBRE EN NUESTRA FE, PARA GLORIA Y HONRRA DE NUESTRO DIOS.
La vivencia de la fe que Dios nos da, es un resultado sin lugar a dudas de la misma obra de regeneración y renovación que su Santo Espíritu efectúa en nosotros en Fe, por Fe y para Fe.
La Fe es ocuparnos en las cosas que Dios manda no porque lo sintamos como una obligación, sino por que del interior en lo más profundo nos place hacerlo como un deber para el Señor y no por ser visto por los hombres. Abraham por la fe obedeció a Dios, cuando le pidió en sacrificio a su hijo heredero y le fue contado por justicia. Abraham por la fe salió a buscar su herencia; Y salió sin saber a dónde iba. Por la fe experimentaremos vituperios, calumnias, maldiciones, persecuciones, ultrajes. Andaremos de allá para acá y aunque alcanzamos buen testimonio otros lo dañaran con sus engaños y mentiras que no proviene de la fe.
Déjame decirte algo más en el nombre de quien lo REVELA: “Los verdaderos impedimentos de la fe están en el interior de quien no ESTA SIENDO regenerado y renovado por EL SANTO ESPÍRITU”. El Señor.
Te sugiero que ores al Señor tu Dios, si en algo este corto mensaje a afectado tu vida, sea para agradecerle por lo que él ha hecho por ti o por lo que piensas debe hacer en tu vida.
¡Vale la pena creerle…!. Dios te Bendiga y te guarde.
Siervo, Roberto Fonseca Murillo.
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